Mucho se ha hablado sobre este tema y nos encontramos con reflexiones como la siguiente: “Si caminas solo, llegarás más rápido; Si caminas acompañado, llegarás más lejos”. Y también sabemos que, trabajar siempre con el sentido de la colaboración con tus compañeros mejora la productividad y se obtienen mejores resultados.
Cuando se trabaja en equipo podemos lograr los objetivos que nos propongamos logrando hacer el trabajo más sencillo que cuando trabajamos de forma individual. Por ejemplo, Henry Ford logró demostrar que el trabajo en equipo bien liderizado y estructurado obtiene resultados increíbles, a menor costo y con resultados mucho más rápidos que cuando se labora en forma individual.
Pero si hablamos de la competitividad, nos preguntamos cómo relacionamos todo eso con el trabajo en equipo si tenemos por obligación ser cada vez mejores en lo que hacemos en forma individual. Si detallamos por un momento los conceptos de competir y colaborar tenemos lo siguiente:
Competir (según la RAE): Dicho de dos o más personas: Contender entre sí, aspirando unas y otras con empeño a una misma cosa.
Colaborar (según la RAE): Trabajar con otra u otras personas en la realización de una obra.
Detallando los conceptos tenemos que, cuestionarnos el por qué debemos ser competitivos. La competitividad tiene que ver más con la competencia en sí y con la capacidad y agilidad que tenemos como individuos de hacer algo, es decir, aunque trabajar en equipo es importante, no podemos dejar de lado la realidad de que la competitividad sana nos ayuda a mejorar nuestras capacidades constantemente en búsqueda de la excelencia.
Así pues, en el trabajo colaborativo debe estar implícito la competitividad siempre y cuando se dé lo mejor de cada uno de nosotros, siendo detallistas y exigentes con nosotros mismos con lo que hacemos y también de forma constructiva y preservando la armonía con el resto de los integrantes del equipo bajo la regla del respeto, exigencia y admiración conjunta.
El trabajo en equipo en las organizaciones no es más que la cohesión de un equipo de trabajo expresada a través del compañerismo y el sentido de pertenencia al grupo; cuanta más cohesión exista, mejor trabajarán sus miembros y más productivos serán sus resultados.
Los roles del trabajo en equipo se pueden definir por tanto siguiendo el esquema de las ‘5c’:
- Complementariedad
- Comunicación
- Coordinación
- Confianza
- Compromiso
Hoy en día, lograr y mantener el éxito en las organizaciones requiere capacidades o talentos de muchos profesionales, no sólo de un empleado en particular. Por ello, esta forma de trabajar basada en la cooperación, en la que todos los participantes aportan conocimientos, forman un todo y son responsables de las metas comunes, es la más recurrida en cualquier tipo de empresa. Se puede afirmar que, es la mejor manera de fomentar un buen clima laboral, ya que, potencia la motivación de los empleados y por ende, la retención del talento, uno de los mayores retos hoy en día en las organizaciones.
Por otra parte, la competitividad del panorama laboral actual, así como su dinamismo y flexibilidad ha provocado que muchas empresas exitosas de todo el mundo hayan tenido que replantearse sus estrategias internas y formas de trabajo para permanecer en el mercado.
Finalmente, las empresas han descubierto que a través del trabajo grupal se consiguen mejores resultados, por tanto, la implantación de equipos de trabajo es un hecho. De esta forma, podemos trabajar de forma colaborativa siendo competitivo al mismo tiempo, siempre y cuando demos lo mejor para las personas y así logremos ofrecer servicios y productos que se destaquen en el mercado actual.
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